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martes, octubre 24, 2006

El PRD prevé un “choque” institucional con Calderón


En el PRD no se descarta la posibilidad de una crisis institucional e incluso de choque de instituciones “o en el extremo de enfrentamiento de soberanías”, a partir de la crisis poselectoral que para el perredismo aún no deja sentir todas sus consecuencias.

Según se desprende de uno de los documentos de análisis sobre los “Escenarios poselectorales” que se han discutido al interior de la dirigencia nacional perredista y del equipo de Andrés Manuel López Obrador, a diferencia de la lucha del 88, el PRD en la actualidad cuenta con una fuerza partidaria con presencia en gubernaturas, congresos federal y locales, ayuntamientos y, de manera destacada, en el Ejecutivo y el Legislativo en el Distrito Federal, es decir, “ocupa reales posiciones de poder institucional” de ahí que “de prolongarse y profundizarse la crisis poselectoral, ésta puede adquirir rasgos de crisis institucional”.

En el documento —elaborado a mediados de agosto por Rubén Jiménez Ricardez, uno de los asesores de la dirigencia perredista—, para el análisis al interior del PRD de la situación poselectoral se habla de una inminente “polarización” en la vida política y social del país que dejó maltrechas o mostró la inoperancia de instituciones del Estado tan importantes como la Presidencia de la República, el Instituto Federal Electoral tal y como existe en la actualidad, la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal Electoral, así como el sistema de concesiones de medios de comunicación electrónicos y los corporativos sindicales y empresariales. Se considera que la constelación de fuerzas conservadoras es adversa a cualquier cambio y que sólo la derrota y la desorganización de tales fuerzas abrirá paso a las grandes reformas que el país necesita.

Se aconseja en el texto promover en la agenda legislativa de los partidos de izquierda en el Congreso de la Unión, “reformas indispensables” como son: reforma al régimen presidencialista y al Poder Judicial.

Una reforma electoral que regule precampañas, reduzca costos y aplique penas severas a la intervención de organismos empresariales en las campañas. También "meterle mano" al IFE para eliminar el “cuoteo partidario” en la integración del Consejo General.

También plantea otras reformas encaminadas a fortalecer la obligatoriedad de transparentar todo el aparato institucional (IFAI), así como en materia de medios de comunicación para eliminar la relación mercantil con medios electrónicos para campañas políticas, entre otras.

En el documento de análisis se descarta una situación de violencia o la intervención del Ejército para "golpear" al movimiento opositor al régimen panista, pero sí se augura el crecimiento de las fuerzas de izquierda a la par del incremento de dificultades para gobernar y de rehacer la maltrecha hegemonía del grupo que impuso en la Presidencia a Felipe Calderón.

En el reporte perredista se reconoce, sin embargo, que la coyuntura actual se estancó en un “punto de equilibrio” en el que “ni la oligarquía puede aniquilarnos ni nosotros a ella”, aunque, insiste, “la crisis política va a empatar, inevitablemente, con una crisis social, económica y financiera y las dificultades para gobernar se van a incrementar”.

Resistencia dividida

Pese a que el CEN perredista calcula contar con apoyo de sus gobernadores, alcaldes o legisladores locales y federales, tras las elecciones del 2 de julio ha habido deslides de algunos de ellos de la resistencia civil

Por ejemplo, el gobernador electo de Chiapas, Juan Sabines, fue el primero en desmarcarse de López Obrador y del partido que lo llevó a la gubernatura. También Zeferino Torreblanca, en Guerrero, dijo que reconocerá a Felipe Calderón.

Sólo Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno electo en el Distrito Federal, ha sostenido que no reconocerá al futuro Presidente, pese a que será Calderón el que dé el visto bueno para posiciones claves en la futura administración del perredista.

México • Heliodoro Cárdenas y Mauricio Pérez