Las ráfagas de fuego amigo

• Lo que no mata... fortalece
• Mensajes y tiempos

Las peligrosas y curiosas señales, mi estimado, develan estrategias con el paso del tiempo. La megalacra tricolor de Ulises Ruiz se lleva la nominación del año por andarle vendiendo al respetable la estupenda idea de que las ráfagas de R-15 son hoy originales fuegos pirotécnicos. El mandatario se sigue conduciendo con un desparpajo y cinismo aduciendo, my friend, que en Oaxaca no pasa nada y que las pruebas de ingobernabilidad en su entidad son meras alucinaciones colectivas.

En el equipo de Felipe Calderón, su controvertido Gymboree se encargó de difundir la divertida nota de que la pistolita automática de Josefina Vázquez Mota viajaría en la comitiva que partió a Canadá mientras su gente ya desmentía al filo del mediodía —aunque trascendió bastante más tarde– que la ex secretaria de Sedesol no estaba incluida en el ¿selecto? grupito de impetuosos turistas.

El fuego amigo peligrosamente desatado dentro del equipo azul —tolerado y ¿auspiciado? por el mismo Calderón– sigue dando mucho de qué hablar, mereciendo mención honorífica, querido lector, la ocurrente andanada mediática contra el dirigente del PAN, Manuel Espino, de quien ya corren apuestas para ver a qué hora le dan su ración de flit... sin percatarse que los divertidísimos ataques fortalecen al panista.

Va de más decirle que el malestar crece, no sólo en el CEN blanquiazul sino en sus filas, amén de los focos rojos prendidos en algunos círculos empresariales por la singular manera en que se despliega el panorama doméstico del michoacano quien ayer afirmó, con prosapia, que su primera tarea a partir del 1 de diciembre (¿de 2030?) será la de meter orden, enfrentar la inseguridad y la aplicación de la ley. La sonriente concurrencia le solicita a Felipe que antes de andar de presumido y envalentonado, primero ponga orden en su desorden interno... para comenzar a medirle el agua a sus camotes.

El locuaz vocerito de Los Pinos, Rubén Aguilar, declara que con la pena, pero el desfile del 20 de noviembre tiene tache en su calendario y con esto se origina una cascada de estupideces prozaicas sobre las razones de la inédita cancelación —disfrazando el simpático temor a Andrés Manuel López Obrador–, y que han ocasionado que las lacritas tricolores, amarillas y demás fauna legislativa aterrizaran directo en la pista de estridentes declaraciones.

En el Estado de México, y después del trago amargo que fue el llamado robo del siglo a 155 cajas de seguridad en una sucursal de Banamex, ya no hayan como entrarle al millonario cúmulo de simpáticos intereses donde apareció –según fuentes adscritas al caso– que el gobernador Peña Nieto (among others) tenía su “guardadito”. Y para sacarle la vuelta al incómodo asunto, my friend, qué mejor que comenzar con declaraciones choriceras como esa de que las investigaciones se han desplazado a un estado del centro del país... sin precisar cuál es... y que los responsables podrían ser extranjeros. Ajá. Al paso al que van seguramente resultarán marcianos o venusinos.

Y para cerrar, a Lázaro Cárdenas Batel, dizque gobernador de Michoacán, y varios ex colaboradores de su padre Cuauhtémoc Cárdenas, les cayó como balde de agua fría la detención de Porfirio Barbosa, ex Oficial Mayor del GDF. El mensaje (y el timing) no deja de ser intrigante, mi estimado, ya que Barbosa fungía como funcionario, de primer nivel, en la administración de Lázaro quien es consentido del PAN, y mimado por Fox y Calderón.

La curiosa investigación de un presunto desvío de 129 mdp se originó entre 1998 y 2000, y resulta por demás original (la época para este tipo de regalitos) la detención a cargo de los mAFIosos de Genaro García Luna. ¿Ni siquiera una llamada de cortesía de parte del gobierno federal para poner al tanto a su gobernador favorito...?

Sobre todo cuando se le ha nombrado como un posible colaborador en el gabinete de Felipe. Sobre todo cuando se conocen las distancias con López Obrador & friends. Sobre todo por la cercanía de su padre con Fox a quien le aceptó la chamba de presidente organizador de festividades, whatever... sobre todo cuando Barbosa fue leal a la familia Cárdenas... y ésta, a su vez, al régimen. Y ya se sabe eso de que en política... no hay coincidencias.

La pregunta de cajón es...¿De parte de quién(es)?