DESDE EMEEQUIS.....

Finalmente el foxismo ha llegado a sus estertores. Lejos quedó ese 2 de julio de 2000 cuando una gran parte de México fincó sus esperanzas en un hombre desenfadado, franco, que traería consigo un cambio, una sacudida sobre todo en la política mexicana, pero también en la vida diaria, en el estado de ánimo de una nación que anhelaba entrar a las ligas democráticas y gozar un poquito del bienestar prometido.
Hay quienes piensan que Vicente Fox hizo lo que estuvo a su alcance y que las circunstancias le marcaron límites muy estrechos, pero para muchos otros, su persona es sinónimo de una palabra gris y triste: desencanto.
Hay quienes sostienen vehementemente que fue un gobernante democrático, pero no son pocos quienes creen lo contrario: que traicionó a la democracia. Los números de su gestión, los logros y las fallas, han sido sometidos a juicio y lo seguirán siendo en el futuro. El tiempo colocará a Fox en el lugar que la historia le reserve.
Pero más allá de eso, el Presidente que se va ha dejado un legado de frases, chuscadas, expresiones, chapuceos, dislates, yerros, disparates, ocurrencias, dignas de evitar el olvido. Aquí les presentamos una pequeña colección: no son todas, pero sí las inolvidables.

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Ni Gobernación ni el IFE pueden castigarme. Nadie. Ni la mamá del muerto Durante el Grito de Independencia en Dolores Hidalgo, armado con un estandarte de la Virgen de Guadalupe, el 15 de septiembre de 1999. En 15 minutos resuelvo el problema de Chiapas A indígenas purépechas. 27 de septiembre de 1999. La Virgen de Guadalupe y Juan Diego son un símbolo nacional, pero como ya me metí en muchos enredos, no los uso Diciembre de 1999. Así como me ven de rancherito y con botas, también sé ser estadista y gobernante, y también sé cuándo usar traje y hablar bonito Autorretrato a unos meses de asumir la Presidencia, el 21 de febrero de 2000. Honestidad, trabajar un chingo y ser poco pendejo Respuesta a los medios de comunicación a la pregunta de qué le ofrecía a México, el 13 de abril de 2000. Soy inteligente y poquito a la izquierda. No soy Hugo Chávez ni Bucaram tampoco Abril de 2000. ¡Gracias, mi rey! En conversación telefónica con el rey de España. 2 de julio de 2000. El PAN tiene que respetar la decisión del presidente de la República de elegir a su gabinete. ¡Al final quien gobierna es Vicente Fox, no el PAN! ¡El que la riega es Vicente Fox, no el PAN! ¡El que tiene los aciertos es Vicente Fox! En entrevista con La Jornada, 5 de julio de 2000. Todavía no daremos a conocer el gabinete, vamos a darle emoción; es como las mujeres cuando están bailando: si llegan a enseñar el tobillito nada más es cuando se pone bien la cosa Ante reporteros en el Hotel Fiesta Americana Reforma, 7 de noviembre de 2000. Este es un gabinetazo Al dar a conocer a su equipo, en el Museo Nacional de San Carlos, 27 de noviembre de 2000. Ahora sí me siento cargando la piedra del Pípila, o más grande, cargando esta responsabilidad discurso de toma de posesión, 1 de diciembre de 2000 Le dije a Zedillo: oye, Ernesto, yo te golpeé hasta cansarme por desconocimiento de algunos programas que veo que sí funcionaron, los veo en la estadística real. Diciembre de 2000. El ejército mexicano está en su punto... está de pelos, como dicen los chavos En Chiapas. 2 de febrero 2001 Cambiemos de raíz sin cambiar las raíces Durante el aniversario de la promulgación de la Constitución, en el Zócalo, 5 de febrero de 2001. Ni el presidente ni el secretario de Gobernación intervendrán en Tabasco. No nos gusta andar de metiches Ante la solicitud de licencia de Roberto Madrazo, durante la reunión con directores y propietarios de medios de Sonora, en el Salón Costa de Oro, del Hotel Day’s Inn, Ciudad Obregón, Sonora, el 23 de enero de 2001. ¡Salí como quinceañero! Después de un examen médico en la primera semana mundial de la salud, 17 de febrero de 2001. –¿Qué es lo primero que le diría (al sub Marcos)? –Hola… ¿de cuál fumas? ¿Qué marca de tabaco? Fuma diario esa pipa, ¿no? Entrevista con Raúl Peimbert, 13 de marzo de 2001

Cartones de Hernández y Helguera previamente publicados en La Jornada y en Milenio Semanal