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miércoles, noviembre 08, 2006

La derrota de Bush

Lourdes Heredia
Lourdes Heredia
BBC Mundo, Washington
Estas elecciones legislativas fueron un referéndum para el gobierno del presidente George W. Bush, a pesar de que su nombre no apareció en ninguna papeleta. El descontento por la guerra en Irak se reflejó en la pérdida de la Cámara de Representantes tras 12 años bajo el control de los republicanos.

Ahora el presidente se enfrenta a uno de los mayores retos de su gobierno, el pactar y negociar con el partido de oposición, algo que no ha hecho en sus últimos seis años de gobierno.

El mayor obstáculo que encontrará el presidente, sin embargo, será tener además a Nancy Pelosi como presidente de la Cámara Baja, quién se convertirá en la primera mujer que ocupa ese puesto. Esta representante demócrata es una de las que ha enfrentado con más virulencia las políticas del mandatario.

Bush tampoco ha ocultado el sentimiento que tiene por Pelosi.

"¡Un voto a los demócratas es un voto para convertir en presidenta de la Cámara a la mujer que dijo que la captura de Osama bin Laden no haría más seguro a Estados Unidos!", decía el presidente en la recta final de estas elecciones.

De confirmarse la victoria demócrata en los resultados oficiales, Pelosi sustituirá al actual presidente de la Cámara, el republicano Dennis Hastert, y se convertirá en la segunda línea de sucesión, después del vicepresidente Dick Cheney, en caso de una emergencia presidencial.

Pelosi tiene 66 años, nació en Baltimore, en la costa este, pero su carrera política se desarrolló en California, sobretodo en San Francisco. Sus partidarios opinan que ha sido la única en poner un control a los demócratas para que hablen en una sola voz en temas de gran controversia.

Una pesadilla

Para los republicanos, sin embargo, es una pesadilla. No sólo la acusan de tener "mano blanda" contra el terrorismo, pero también de apoyar la huída de Irak, apoyar el matrimonio gay, la subida de impuestos y la amnistía para los 12 millones de inmigrantes ilegales que viven en este país.

Electores de EE.UU. esperan para votar
A los votantes les preocupa mucho los temas nacionales.
Todo esto es la retórica de una campaña muy intensa, pero lo que no cabe duda es que Pelosi será un dolor de cabeza para la administración Bush. La representante prometió que en las 100 primeras horas de asumir la nueva Cámara en enero logrará que se aprueben leyes para elevar el salario mínimo, aumentar los fondos federales para investigar con células madre (un tema que rechaza Bush), regular la relación entre congresistas y los grupos de lobby en Washington.

El presidente por su parte tendrá el poder de veto. Pero tras perder la Cámara a Bush le queda muy claro que el pueblo estadounidense no está conforme con la situación actual del país.

Según las encuestas a pie de urna, a los votantes les preocupa mucho los temas nacionales, aún más que los locales, y miran con recelo no sólo Irak, pero también los elevados precios de la gasolina, la inseguridad económica y la respuesta de la Casa Blanca ante el huracán Katrina.

Además de la impopularidad de Bush, a los republicanos también les afectaron los últimos escándalos de corrupción en el Senado, tanto así que tres cuartos del los electores dijeron que ese tema fue importante a la hora de decidir su voto.

Los escándalos sexuales, como el del senador Mark Foley o el líder evangélico Ted Haggard, también golpearon la base más conservadora de los republicanos.

Este miércoles se espera que el presidente Bush de una conferencia de prensa, pero lo que no cabe duda es que esta nueva composición del gobierno marcará su legado y sus últimos años de mandato. Además la gran pregunta es si el presidente logrará negociar para avanzar en temas urgentes, no sólo Irak, pero también la inmigración y la seguridad económica que piden muchos estadounidenses.