Myspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter Graphics Myspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter Graphics Myspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter Graphics Myspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter GraphicsMyspace Glitter Graphics, MySpace Graphics, Glitter Graphics...

lunes, noviembre 06, 2006

DESDE PROCESO...

La zanahoria mediática de Calderón
Jenaro Villamil

Nota original:

Para ganarse el apoyo de los grandes concesionarios de medios y de nuevos inversionistas, el presidente electo Felipe Calderón les prometió un enorme pastel, que consiste en nuevas concesiones para frecuencias de radio y televisión, entre ellas las que conformarían una “tercera cadena televisiva”. De esta manera los incita a participar en un negocio redondo, sin regulaciones ni obstáculos que puedan limitar sus utilidades y privilegios.



En vísperas de que Felipe Calderón asuma la Presidencia de la República, su equipo proyecta una nueva alianza con los grandes empresarios de medios del país al ofrecer la disponibilidad de frecuencias para crear una “tercera y hasta cuarta cadena televisiva”, con la licitación de 170 a 200 estaciones de televisión y de 650 concesiones disponibles en Frecuencia Modulada para nuevas emisoras de radio.

El anuncio de esta disponibilidad fue formalizado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), en el marco de la 48 Semana de la Radio y la Televisión realizada en Cancún del 24 al 27 del presente mes por la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión.

El invitado estelar en esta pasarela de funcionarios ante los concesionarios fue Felipe Calderón. Sin realizar crítica alguna a la impugnada Ley Televisa –con un recurso de anticonstitucionalidad en la Suprema Corte y 48 controversias promovidas por radios indígenas y públicas– ni comprometerse a medidas antimonopolio en el marco del Acuerdo de Convergencia, el panista prometió nuevas concesiones. No señaló las medidas de regulación a las que estarían sujetas.

Anunció que promoverá tres c, de “cobertura, convergencia y competencia”, como ejes de su “nuevo modelo de medios de comunicación”, y se comprometió a lograr un buen acuerdo para garantizar la migración hacia la tecnología digital de las mil 142 concesiones de radio en AM y FM.

El panista evitó mencionar los dos temas que han producido mayor polémica en materia de telecomunicaciones: regulación en contenidos y reglas claras para impedir que las nuevas concesiones beneficien sólo a los grupos con más poder económico, al marginar a las estaciones radiofónicas pequeñas, a los medios públicos y a las radios comunitarias.

En materia de contenidos, la Comisión Federal de Competencia establecerá normas para evitar que una empresa como Televisa, dominante en materia de producción y distribución de video, aplique medidas discriminatorias o de censura en sus dos sistemas de televisión restringida (Sky y Cablevisión) que marginen a una “tercera cadena televisiva” o afecte a sus propios socios.

El monopolio de contenidos le ha permitido a Televisa relegar a competidores por medio de su sistema de televisión restringida (como ha ocurrido con Canal 40, Canal 28 o MVS), o suspender la señal de algunos canales cuando no se sujetan a sus lineamientos. Este es el caso de los noticieros de W Radio, en particular Hoy por hoy, conducido por Carmen Aristegui y que se encuentra fuera del control de Televisa. Este servicio informativo fue excluido de la programación de Sky debido a “fallas técnicas”. En dicha estación se estableció una sociedad entre la empresa de Azcárrraga Jean y el consorcio mediático español Grupo Prisa.

La SCT calcula que existe disponibilidad para licitar señales de televisión abierta en los dos sistemas existentes: el VHF (de los canales 1 al 13 correspondiente a la banda de 54 a 216 megahertz) y el UHF (de los canales 14 al 69, que funciona en la banda de 470 a 512 meghertz). Hasta ahora, sólo los canales 22, 28, 34 y 40 de la banda UHF operan como señales de televisión abierta.

Actualmente, el Canal 22 está concesionado al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, pero Televisa pretende controlarlo por medio de la producción de contenidos; el 40 ha pasado a manos de TV Azteca, que lo provee de contenidos. El Canal 28 fue adquirido por Olegario Vázquez Raña y ofrece contenidos elaborados por PCTV, mientras que el 34 es del gobierno del Estado de México, con una pobre producción de contenidos y que reproduce gran parte de la programación de Televisa.



Grupos dominantes



La falta de regulación colocará en desventaja a los futuros concesionarios de radio y televisión que decidan competir con los grupos dominantes. Un estudio sobre el impacto regulatorio, económico y técnico de la Ley Televisa presentado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación destaca que las reformas aprobadas en el Congreso benefician ampliamente al consorcio encabezado por Emilio Azcárraga Jean, que controla 259 de las 461 concesiones de televisión, y a TV Azteca, que tiene 180. Ambas empresas dominan 95% de los canales de televisión abierta.

Regionalmente, la concentración es mayor. En el Distrito Federal, la zona con mayor valor en términos comerciales, Televisa tiene canales concesionados y “espejos” que representan 65% del total de frecuencias en esa área. En la capital del país ya no existe espectro radioeléctrico suficiente para otorgar nuevas concesiones de televisión abierta.

El mismo estudio, elaborado por Clara Luz Álvarez González de Castilla, excomisionada jurídica de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Salma Leticia Jalife Villalón y Beatriz Camarena, expertas en telecomunicaciones, subraya las desventajas y “barreras de entrada” a las que se enfrentarán los nuevos concesionarios que decidan participar en la televisión abierta.

La Ley Televisa “crea costos que inhiben el ingreso de nueva inversión y nuevos prestadores de servicios al sector”. El artículo 28 de la nueva Ley Federal de Radio y Televisión fortalecerá al sector concentrado en la televisión, pues sólo permitirá que ingresen nuevos competidores con dinero suficiente para participar en la licitación por subasta pública. En cambio, a Televisa y TV Azteca les garantiza automáticamente el refrendo de sus concesiones más allá de 2021, así como su ingreso al sector de telecomunicaciones sin el pago de ninguna contraprestación.

En dicho estudio se subraya que el espectro de las señales de radio y televisión es un “bien público y escaso”, pero la Ley Televisa no permite un uso más eficiente de ese espacio, le concede a Televisa quedarse con 48 megahertz de sus “canales espejo” utilizados para la digitalización y a TV Azteca con 12 megahertz. En el mercado internacional de telecomunicaciones, cada megahertz tiene un valor promedio de entre 10 y 15 millones de dólares. Es decir, las dos televisoras se quedarían con un espectro cuyo valor rebasa los 600 millones de dólares.

En materia radiofónica, las más de 600 nuevas concesiones que se licitarán bajo las reglas de la Ley Televisa reforzarán el dominio de los 10 grandes grupos radiofónicos que acaparan el mercado, en detrimento de los concesionarios pequeños y de las radios públicas y comunitarias.

Los grupos más importantes de la radio son: Radiorama, que controla 16.27% de las concesiones; ACIR, con 13.43% de las frecuencias; CIMA-Somer (Núcleo Radio Mil), con 11.88%; Radio Centro, con 8%; Grupo Promomedios, con 4.9%; Grupo Imagen, con 5%; Cadena RASA y MVS, cada uno con 4.30%, y la Organización Radio Fórmula, con casi 4%.

El subsecretario de Comunicaciones, Jorge Álvarez Hoth, estima que para que los radiodifusores entren a un nuevo estándar tecnológico digital deberán invertir “alrededor de mil millones de dólares”. De entrada, esta cifra margina a las radios con menos recursos.

El 6 de octubre, en el seno de la Cofetel se formó un grupo de trabajo a fin de analizar los tres modelos de digitalización para el sector de la radio. Estos tres esquemas son: el IBOC, adoptado en Estados Unidos y que permite transmitir en el mismo canal y en la misma banda tanto para AM como para FM; el Eureka 147 que requiere del uso de una nueva banda, la de 1452-1492 megahertz, conocida como banda L, que permite ofrecer servicios de convergencia, y el DRM, basado en una tecnología que beneficia más a la onda corta y la AM.

El grupo de trabajo no ha mantenido sesiones públicas. En las deliberaciones se ha marginado a las radios comunitarias e indígenas. Tampoco se han discutido otras políticas adoptadas en países europeos y en Estados Unidos para financiar a las radios más pequeñas en el tránsito hacia la digitalización.

Un estudio elaborado por la Asociación Mundial de Radios Comunitarias señala que en Alemania se creó un fondo de 500 mil euros para apoyar la adquisición de receptores digitales para la población con menores recursos. En Estados Unidos se estableció un Fondo de Conversión para la Radio Digital, para apoyar a las más de mil estaciones de radio y televisión públicas, incluyendo la Radio Pública Nacional (PNR) y el Servicio Público de Radiodifusión (PBS).



Postores

Hasta el momento, sólo el grupo Palmas 26, una sociedad formada por la cadena televisiva estadunidense Telemundo, propiedad de General Electric, y el Grupo Saba, del empresario mexicano Manuel Saba Ades, anunció públicamente su interés de participar en una nueva concesión para formar la “tercera cadena” televisiva.

La sociedad Telemundo-Saba ha enfrentado serios problemas con TV Azteca. Mantiene un litigio con la televisora de Ricardo Salinas Pliego, quien obtuvo el fallo de un juez para suspender la grabación del reality musical Quinceañera. El empresario argumentó que la productora Nostromo y el conductor Alan Tacher violaron convenios de exclusividad al irse con Telemundo.

El pasado 23 de octubre, Telemundo anunció una sorpresiva sociedad con Televisa –su exrival en el mercado de Estados Unidos a través de Univisión– para coproducir el programa Amor Mío. Para los especialistas de ese país, esta sociedad perfila el rompimiento definitivo de Televisa con Univisión, a pesar de que entre ambas empresas existe un acuerdo de programación hasta el año 2017.

Otro postor en busca de la “tercera cadena” es el Grupo Imagen, de Olegario Vázquez Raña, que controla actualmente más de 70 emisoras de radio (20 propias y 57 afiliadas) y compró en 80 millones de dólares el Canal 28, concesionado originalmente al empresario bajacaliforniano Raúl Aréchiga.

De la mano de su buena relación con la “pareja presidencial” y, en especial, con Marta Sahagún, Vázquez Raña dio el gran salto de empresario de hospitales y hotelero a dueño de un corporativo mediático que incluye el periódico Excélsior, la cadena radiofónica Grupo Imagen, y ahora el Canal 28. Esta emisora le compra producción al Grupo PCTV, presidido por Enrique Yamuni, concesionario de Grupo Megacable.

Vázquez Raña fue uno de los principales beneficiarios del proyecto impulsado por Vicente Fox para otorgar, en agosto del año pasado, 260 nuevas concesiones de radio en FM en 134 ciudades del país. Tan sólo al dueño del Grupo Ángeles se le iban a entregar 45 de esas nuevas concesiones (Proceso 1502). Finalmente, este plan no prosperó y ahora se revive con el ofrecimiento de un paquete de más de 600 concesiones de radio que anuncian en el arranque del gobierno de Felipe Calderón.

En su número más reciente, la revista Expansión menciona a otros empresarios que buscan competir por la “tercera cadena” televisiva: el regiomontano Francisco González, dueño de Multimedios, concesionario del Canal 12 de Monterrey; Alejandro Burillo Azcárraga, dueño del grupo telefónico Pegaso y efímero presidente de Televisa en los tiempos de El Tigre Azcárraga, así como los hermanos Cañedo White, exaccionistas de Televisa, propietarios de la productora NovaMedia y del portal Alo.com, y a Francisco Ealy Ortiz, dueño del diario El Universal, que actualmente produce programas informativos para Canal 40.

Otros aspirantes a la “tercera cadena”, mencionados entre especialistas del sector de telecomunicaciones son: Joaquín Vargas, pionero en el sistema de televisión restringida vía microondas a través de Multivisión, y el exgobernador de Veracruz Miguel Alemán Velazco, quien busca una sociedad con productores de contenidos, entre ellos el radiodifusor José Gutiérrez Vivó